Modelo de facturación

Una parte muy importante del desarrollo ágil es reconocer un hecho específico del desarrollo de software: los requerimientos cambian. Como se dice en el manifiesto:

Damos la bienvenida a los cambios en los requerimientos, incluso en fases tardías del desarrollo. Los procesos ágiles utilizan el cambio  como ventaja competitiva para el cliente.

Esto quiere decir que tenemos que estar preparados para el cambio, incluso en el modelo de facturación. Al abordar un proyecto, hacemos una estimación de la cantidad de trabajo que nos va a llevar, según las especificaciones del cliente; esto es estándar, todo el mundo lo hace. Sin embargo, tenemos en cuenta que dichas especificaciones van a cambiar durante el desarrollo del proyecto y unas veces vamos a trabajar menos y otras vamos a trabajar más.

Como consecuencia de esto nuestro modelo de facturación es el siguiente:

  • Durante la fase previa al arranque del proyecto hacemos una evaluación del alcance: esto es una estimación del número de horas que el proyecto nos va a llevar, en base a proyectos anteriores. Esto nos permite estimar un importe global para el proyecto.
  • Según trabajamos, vamos imputando las horas incurridas. El cliente puede hacer el seguimiento de esas horas y ver a qué se dedica el tiempo a través de varios sistemas que tenemos disponibles.
  • Se facturan las horas trabajadas de forma mensual, en base a las horas que se han imputado durante el mes.

Creemos que es la forma más justa: sólo cobramos por el trabajo que hacemos, y como tienes acceso en tiempo real a las horas trabajadas, nunca hay sorpresas.